Cuando hablamos de materiales “bio-constructivos” hablamos de materiales naturales y renovables. Su huella ecológica es pequeña porque la energía requerida para su extracción, transporte y producción es mínima en comparación a los materiales comúnmente utilizados en la construcción convencional. Tanto en su obtención como en el ciclo de vida completo de las construcciones en las que se usan cuentan con un bajo consumo energético.
Para evaluar el impacto ambiental de la construcción es necesario valorar el ciclo de vida completo de los edificios y los materiales que utilizamos en ellos, contemplando que para su obtención se haga un uso sostenible de los recursos del planeta y que sean reutilizables una vez finalizada su vida útil. Los materiales que cumplen estas condiciones son aquellos que adoptan el modelo existente en la naturaleza, es decir, los denominados modelos de circuito cerrado o “cradle to cradle” (6).
En el caso de utilizar materiales reciclados es importante tener en cuenta que estos sean “Upcycling”. Es decir, su reutilización y nueva vida, no sólo mantienen las características y prestaciones del material sino que incluso las pueden mejorar.
A continuación vamos a exponer una pequeña introducción a algunos de las principales materiales naturales usados en la práctica de la arquitectura sostenible. Todos los materiales aquí mencionados son aptos para la construcción contemporánea y son compatibles con los sistemas utilizados en la construcción convencional.
LA TIERRA
La composición de la tierra es una mezcla de arcillas, limos, arena, gravas y una cantidad de materia orgánica.
Entre las principales características de este material destacan la regulación de la humedad ambiental, debido a su capacidad de absorber y expulsar la humedad relativa del aire, mejorando la calidad del aire interior; la inercia térmica, es un material que carece de sustancias tóxicas, es inocuo; es un buen aislante acústico ya que transmite mal las vibraciones sonoras y protege de las ondas de alta frecuencia. Favorece la neutralización de olores y partículas y organismos tóxicos en su estructura y es totalmente reciclable.
Mezclada con agua, la tierra es la materia prima para la producción de fábricas de ladrillo, baldosas, y una infinita variedad de acabados con morteros y pinturas.
Baño reformado con estucados de arcilla y tadelakt.
LA MADERA
La madera está compuesta principalmente por carbono (C), oxígeno (O), hidrógeno (H) y nitrógeno (N). Estos elementos forman, a su vez, los componentes constituyentes y estructurales de la madera: la celulosa, que dota a la madera de su estructura o esqueleto, la lignina, que proporciona dureza y protección, y la hemicelulosa, que actúa como aglomerante.
Las principales características de este material son su trabajabilidad, la calidad y durabilidad, su resistencia mecánica, su flexibilidad, su dureza y su conductividad térmica y acústica, debido a su porosidad.
Además de su utilización como material estructural, la madera nos ofrece multitud de alternativas en decoración de suelos y paredes y grandes prestaciones energéticas en carpinterías de ventanas y puertas.
Baño reformado con carpintería y acabados en madera natural.
LA CAL
Hasta la revolución industrial y el descubrimiento del cemento en 1824 en Portland (Inglaterra), la cal ha sido el principal ligante de la construcción en morteros, revestimientos y pinturas. Un 20% de la superficie terrestre está cubierta de roca caliza.
En el proceso de fabricación de la cal se utiliza piedra caliza que, tras el proceso de cocción a altas temperaturas, necesita absorber C02 para endurecer. Este material es, por tanto, un gran aliado en la lucha contra la contaminación de la atmósfera.
Entre sus principales características podemos destacar la hidraulicidad, ya que endurece al entrar en contacto con el agua; la facilidad en su aplicación; la resistencia a compresión (cales hidráulicas); la baja higroscopicidad, pero permite la difusión de agua; ayuda a regular la humedad interior; y es bactericida, debido a su PH inferior a 7, resulta un entorno hostil para la aparición de microorganismos.
Paredes y revestimientos de cal
EL YESO
El yeso natural o aljez es totalmente reciclable, ya que la composición química de la materia prima sigue siendo siempre la misma.
Entre sus principales características destacan su capacidad de fraguar al entrar en contacto con el agua, su fácil manipulación en obra, las buenas prestaciones desde el punto de vista de la habitabilidad, debido a que colabora eficazmente en el acondicionamiento térmico, higrotérmico, acústico y lumínico de los edificios; su durabilidad, debido a su dureza superficial, y protección ante el fuego, ya que se trata de un material incombustible.
El yeso es un material muy utilizado ya en la construcción convencional como pasta para guarnecidos, enlucidos y revoques, pasta de agarre, y para la obtención de estucados y preparación de soportes para la pintura al fresco.
Suelo de enlucido de yeso
LA PAJA
La paja ha estado presente en la construcción desde la antiguedad, como aditivo a los bloques de adobe y muros de tierra. En forma de bala de paja, producto del mecanizado de almacenamiento de los residuos de la cosecha de los cereales, se empieza a utilizar como material de construcción a principios del siglo XX.
Entre sus principales características destacan su capacidad estructural y sus características térmicas, siendo uno de los materiales aislantes con mayor aislamiento e inercia térmica, y la absorción acústica.
“Ventana de la verdad” en pared construida con balas de paja
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